Las Pascuas nos traen alegría, encuentros... y mucho, pero mucho chocolate. Huevitos, conejos, tabletas, rellenos… todo parece una tentación constante. Y está perfecto darse un gusto. Pero si te cuesta dormir después de un día cargado de dulces, quizás el chocolate tenga algo que ver.
Aunque no lo parezca, el chocolate —sobre todo el amargo— contiene cafeína y teobromina: dos estimulantes que activan el cuerpo y pueden alterar el sueño. Nada grave, pero sí suficiente como para retrasar el momento en que te relajás o hacer que tu descanso sea más liviano.
¿Entonces hay que dejarlo por completo?
Para nada. La clave está en cuándo lo comemos. Si te encanta el chocolate (como a la mayoría), lo ideal es disfrutarlo por la mañana o después del almuerzo. Lo que sí conviene evitar es comerlo muy cerca de la hora de dormir. Lo recomendable es dejar pasar al menos 4 horas antes de ir a la cama.
Y si el antojo aparece a la noche, buscá alternativas más amigables con el descanso: una infusión, una fruta, un puñado de frutos secos… y reservá el chocolate para otro momento del día.
La idea no es dejar de disfrutar, sino hacerlo con conciencia.
Así que esta Pascua, regalate un buen sueño… y un poco de chocolate también. Porque descansar bien y disfrutar pueden ir de la mano.
En Bed Collection lo sabemos mejor que nadie.
Somos expertos en el descanso hace más de 16 años y trabajamos cada día para ayudarte a crear espacios donde dormir bien sea algo natural. Porque un buen descanso no solo empieza con una buena almohada o colchón, sino también con decisiones conscientes que lo acompañen.